28 de septiembre de 2022
Asesinado en el metaverso, encerrado en el ataúd de un cementerio, en un bar mágico con Harry Potter y Don Quijote, aterrado por un Pocoyó maldito y descifrando braille con un cartón de huevos… Así es como te puedes encontrar a Chema de Aquino (Sevilla, 1988) gracias a su asombrosa imaginación.
El joven periodista sevillano empezó su carrera en la escritura siendo coautor de los libros de relatos cortos “Regreso al Infierno” (2014) y “¡A la primera” (2015), para en 2017 escribir por primera vez en solitario el libro de microrrelatos “Maldito destino”.
Además, Chema, experto de los relatos cortos, encontró el éxito gracias a sus famosos hilos de Twitter, en los que con una creatividad desbordante demostró que la extensión y el formato no limitan el arte de aquellos que aman escribir. Lo que, sin duda, ha mostrado en su primera novela, “Costa” (2021), y con su precuela, “El Varón” (2022).
Hoy tenemos el honor de tenerle aquí con nosotros en MyPublicImpact para contarnos más acerca de esta última entrega del detective Costa, y de los próximos proyectos que tiene Chema como autor y escritor.
Después de publicar varias obras de relatos cortos, en 2021 me atreví con mi primera novela, COSTA, donde un detective de los de gabardina y sombrero se mueve con eficacia entre los callejones más oscuros de la Sevilla moderna. Este año he publicado su precuela, EL VARÓN, donde veremos al detective en uno de sus primeros casos.
Porque es el tipo de novela que me gusta leer. Cuando escribo, intento mantener una premisa, y es que el resultado me tendría que gustar si fuera yo el lector. Así, disfruto imaginando historias y, por pura estadística, seguro que hay más gente con mis gustos a la que le gustará leerlas.
¿Sabes ese momento en el que ya estás en la cama a punto de dormirte y se te ocurre la respuesta perfecta que le tendrías que haber dado a un imbécil? ¿O ese impulso que a veces tiene uno de tomarse la justicia por su mano? Pues Costa tiene la respuesta perfecta y no le importa dar un puñetazo certero a quien se lo merece. Quizás guste porque él se atreve a hacer lo que nosotros no somos capaces, ya sea por incapacidad o por sensatez.
Puedo decir que es una precuela, y que aunque se puede leer sin haber leído Costa, hay un par de detalles que se disfrutan más si ya se conoce al personaje. Esta historia transcurre en la Sevilla de 1992, a las puertas de la Expo que cambió la ciudad… y que cambió la vida del detective para siempre.
En COSTA, el detective tiene unos cincuenta años muy mal llevados, está cascado, vaya, así que las novelas que haga posteriores a esa época estarán cerca de su fin. Creo que es más bonito e interesante, tanto para mí como para los lectores, ir ahondando en sus inicios y en su vida antes de conocer sus últimos casos.
El día siguiente a la publicación de EL VARÓN empecé a escribir la trama de la tercera, así que si todo va igual de bien como hasta ahora, sí, habrá tercera entrega el año que viene.
Pues mira, este verano, a raíz de unas cartas familiares de los años sesenta a las que he tenido acceso, he descubierto una historia que me ha atraído con fuerza y que necesito contar, así que quizás me ponga con ella tras la tercera entrega de la Saga Costa.
Ojalá. Si eso dependiera de mí… De todas formas, me gusta tener los pies en el suelo, y ahora mismo lo que debo hacer es seguir aprendiendo, contando historias y ganando lectores. Lo que tenga que llegar, llegará.
Ni tengo truco ni creo que lo haya. Mira, a veces he escrito relatos que me han parecido originales y atractivos que apenas han tenido repercusión, mientras que otros que he considerado “facilones” han superado los cinco mil retuits en unas horas. El gusto colectivo a veces no tiene sentido, pero tampoco se lo busco. Y sobre la inspiración, me temo que no creo en el romanticismo de “la visita de las musas”. Suelo pensar sobre qué quiero escribir y, simplemente, voy trabajando ideas y desarrollando la historia. A veces una novela parte de una única escena de “inspiración” y luego al terminar la novela ni siquiera aparece en ella.
Primero, que no siga los consejos de alguien novel como yo, sino que, como siempre recomienda don Arturo Pérez-Reverte, vaya a su biblioteca, coja un libro y aprenda de los grandes maestros de la literatura. Yo he hecho muchos cursos sobre escritura y en ninguno he aprendido más que cuando cojo un libro y lo analizo. Si es bueno, aprendo lo que debo hacer, y si no, intento comprender lo que no funciona. Como escribió Cervantes en el Quijote, “no hay libro tan malo que no tenga algo bueno”.